El reloj marcaba las 23.42 cuando, la estrella de la noche, se acercó al escenario ubicado sobre uno de los laterales del Gimnasio n°1 del Club Atlético Lanús. Alrededor de 1.000 personas, hinchas y socios, se habían reunido para celebrar el 20° aniversario del ascenso del Grana a Primera. Fue un 28 de julio de 1990 en la vieja cancha de Quilmes cuando, penales mediante, la institución del Sur volvía a ser de domingo tras 13 años de pulular por la B y la C.
Había unos cuántos héroes de aquella fría jornada sabatina en estadio de los Cerveceros. Gilmar Villagrán (autor del gol decisivo en la tanda), Claudio Mainardi, Gabriel Schurrer, Armando González, Guillermo Alonso, Pirulo Cordero, entre otros, y hasta la familia del Lechu Herrera, fallecido arquero del club, gran responsable del regreso, y enfermo de Lanús hasta el último suspiro.
Es más, también Ramón Cabrero, técnico del Lanús campeón en el Apertura 2007, se había hecho presente aunque, sólo por única vez en su vida, alguien le sacó media cabeza a la hora del protagonismo. El presidente Nicolás Russo tomó la palabra y sentenció: “la historia del Club Atlético Lanús tiene un antes y un después de él…”. Y ese ‘él’, recién llegado del Cilindro de Avellaneda como DT de Racing, se llamaba Miguel Angel Russo, quien un rato antes había dado testimonio en una gigantesca pantalla.
Se quebró a la hora de la plaqueta y de la entrega de una camiseta réplica a la que vio consagrar a Lanús en 1990. Pero también se quebró cuando escuchó el grito desde cada una de las mesas. “Borom bom bom, borom bom bom, a Miguelito, la Selección…”.
Russo prefirió no opinar. Su cabeza estaba en otro lado. ¿Dónde estará la de Julio Grondona? ¿El deseo popular se hará realidad?
http://www.ole.com.ar/lanus/Miguelito-Seleccion_0_308969250.html
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