Con dos goles de Castillejos, el equipo Granate le ganó 2-1 a Argentinos, que descontó con el tanto de Caranta en contra; desde que Schurrer reemplazó a Zubeldía, su equipo no perdió
No sólo en resultados, sino también con buen juego, Lanús está retomando el camino que venía siguiendo en los últimos años. Desde la asunción de Gabriel Schurrer como director técnico, el conjunto granate ganó tres veces y empató una, y entrega el fútbol que lo caracterizó hasta no hace mucho.
Como ayer, cuando en La Paternal superó con justicia a Argentinos por 2-1, en un partido entretenido por las intenciones ofensivas de ambos. Venció el visitante porque fue más práctico y porque contó con la habilidad y la eficacia de sus delanteros. Silvio Romero derrochó talento; Gonzalo Castillejos cosechó goles que tuvieron génesis en su compañero. A los 9 minutos, el Nº 21 disparó cruzado y Castillejos tomó el rebote que dio Navarro. Y a los 15, Romero bailó a la brasileña sobre la pelota durante unos 9 segundos, ante la atenta mirada de Sabia, y su inmediato centro fue estupendo para un fácil cabezazo del centrodelantero.
Movedizos, casi imparables, sus atacantes sostuvieron a Lanús, que poco se inquietó desde el descuento (rebote en Caranta, forzado por Blandi). Argentinos tuvo la pelota, pero hirió sólo con un remate de Sabia en el final, rechazado dudosamente por Erramuspe con el brazo derecho en el área.
No habría sido justo un empate. El 2 a 1 reflejó bien el desarrollo y premió a un equipo que juega bien, está firmemente plantado y tiene ideas. No es poco en el fútbol de hoy.
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