viernes 12 de junio de 2009
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Ni la incentivación, ni los jueces. Tampoco, la prensa y los entrenadores que ocultan malas campañas detrás de las declaraciones acerca de los arbitrajes. Ningún factor externo debería desviar a Lanús en su arduo camino hacia el título. En el Sur, ya se respira aire de campeonato.
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El partido frente a San Lorenzo ya quedó atrás. Por suerte -y por obra de las cámaras- pudo comprobarse que fue cierto el penal que le cometieron al Polaco Faccioli y así el equipo y la institución se quitaron de encima una mancha que nunca debió ensuciarlos.
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Existen árbitros buenos y malos. Y Gustavo Bassi, con quien Lanús consiguió más que buenos resultados, alterna -como la gran mayoría- entre aciertos y errores. "Si cobró ese penal tiene que cobrar todos", se escuchó innumerables veces durante la semana. Verdad. Aunque de ningún modo su fallo puede ser criticado: infracción adentro del área es penal en todas partes del mundo.
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Cuando restan pocas fechas para que culmine un torneo, los rumores acerca de la incentivación y de las "manos negras" en el fútbol argentino se convierten en un trillado debate mediático.
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La incentivación será la vedette de la definición del campeonato. ¿Existe? Si, existe. Para un lado y para el otro. Aunque mande entre los jugadores un código tácito de no reconocer sus mayores esfuerzos ante el dinero que ingresa a sus bolsillos por fuera de su propia institución, las famosas valijas fueron siempre un elemento más a la hora de definir el final de un torneo.
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Sin embargo, la realidad de Lanús -y la de Arsenal- indica que el equipo de Zubeldía no debería tener máximos inconvenientes en triunfar en una cancha que, con el paso del tiempo, ha perdido su fama de "difícil". Eso si, nadie quiere perder contra el puntero.
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Si Lanús consigue un triunfo en Sarandí, independientemente de los resultados que puedan obtener Vélez y Huracán, comenzará a dar las primeras puntadas para bordar una estrella más encima del escudo.
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Ahora, la tranquilidad debe reinar entre los muchachos. Ellos lo saben: cada partido será una verdadera final. La experiencia que ganaron durante el Apertura 2007 más la inmedible seguridad defensiva que aportó Jadson Viera, sitúan a Lanús en el trono de máximo candidato.
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Atención. Con tan pocas jornadas por jugarse y la mínima diferencia de puntos que existe entre los primeros tres del campeonato, esta fecha ya debería haberse programado con los partidos más importantes en simultáneo. Le daría más transparencia a un torneo que premiará sólo a uno. Esperemos que sea Lanús.
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El partido frente a San Lorenzo ya quedó atrás. Por suerte -y por obra de las cámaras- pudo comprobarse que fue cierto el penal que le cometieron al Polaco Faccioli y así el equipo y la institución se quitaron de encima una mancha que nunca debió ensuciarlos..
Existen árbitros buenos y malos. Y Gustavo Bassi, con quien Lanús consiguió más que buenos resultados, alterna -como la gran mayoría- entre aciertos y errores. "Si cobró ese penal tiene que cobrar todos", se escuchó innumerables veces durante la semana. Verdad. Aunque de ningún modo su fallo puede ser criticado: infracción adentro del área es penal en todas partes del mundo.
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Cuando restan pocas fechas para que culmine un torneo, los rumores acerca de la incentivación y de las "manos negras" en el fútbol argentino se convierten en un trillado debate mediático.
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La incentivación será la vedette de la definición del campeonato. ¿Existe? Si, existe. Para un lado y para el otro. Aunque mande entre los jugadores un código tácito de no reconocer sus mayores esfuerzos ante el dinero que ingresa a sus bolsillos por fuera de su propia institución, las famosas valijas fueron siempre un elemento más a la hora de definir el final de un torneo.
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Sin embargo, la realidad de Lanús -y la de Arsenal- indica que el equipo de Zubeldía no debería tener máximos inconvenientes en triunfar en una cancha que, con el paso del tiempo, ha perdido su fama de "difícil". Eso si, nadie quiere perder contra el puntero.
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Si Lanús consigue un triunfo en Sarandí, independientemente de los resultados que puedan obtener Vélez y Huracán, comenzará a dar las primeras puntadas para bordar una estrella más encima del escudo.
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Ahora, la tranquilidad debe reinar entre los muchachos. Ellos lo saben: cada partido será una verdadera final. La experiencia que ganaron durante el Apertura 2007 más la inmedible seguridad defensiva que aportó Jadson Viera, sitúan a Lanús en el trono de máximo candidato.
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Atención. Con tan pocas jornadas por jugarse y la mínima diferencia de puntos que existe entre los primeros tres del campeonato, esta fecha ya debería haberse programado con los partidos más importantes en simultáneo. Le daría más transparencia a un torneo que premiará sólo a uno. Esperemos que sea Lanús.
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